Con una suave brisa del mar y ese inconfundible olor a salitre nos recibió esta bonita y glamorosa región de Francia en nuestro Road trip por la Costa Azul. Fue allá por el 2022 cuando el rodar de nuestro coche nos llevó hasta el sur de Francia, a la Rivera francesa, la bonita Costa Azul. Ciudades como Niza, Cannes, Saint-Tropez, ciudad que estamos deseando visitar y Mónaco son destinos emblemáticos en la Costa Azul y ninguno de los que nosotros visitamos y proponemos, pues visitamos Antibes, Ezè y Mentón, quédate con estos nombres os encantarán, os sorprenderán y espero que después de esta lectura os anime a conocer esta bonita región.
Quizás por que huimos de las aglomeraciones, aunque a veces nos sea imposible, quizás por que queramos descubrir otros lugares un poco menos conocidos, pero no por eso menos bonitos, decidimos que nuestro primer contacto con la Costa Azul fueran las bonitas ciudades de Antibes y Mentón además del precioso pueblo de Ezè y allá que nos lanzamos, si aun no los conocéis pero queréis visitarlos seguir leyendo un poquito más y seguro que os animará a viajar a esta bonita región del sur de Francia.
!Allons-y¡
Road trip por la Costa Azul
Dos días son los que pasamos en estas tres bonitas ciudades y pueblos, empezaremos por Antibes que fue nuestra primera parada.
ANTIBES,
realmente nos sorprendió esta bonita ciudad, su puerto deportivo es espectacular y uno de los más grandes de la ribera francesa en sus amarres hay grandes y lujosos yates. Pero lo que más nos sorprendió y nos gustó fue la ciudadela el casco antiguo de Antibes, pasear por sus estrechas calles empedradas es una experiencia encantadora. Aquí encontrarás encantadoras tiendas, cafés, restaurantes y galerías de arte, así como el bonito Mercado Provenzal, donde puedes comprar productos locales y artesanías. Además para quien no lo sepa aquí se encuentra el Museo Picasso con casi trescientas obras del pintor malagueño, pero en el que se pueden ver obras de otros muchos artistas.
Pero no es el único museo, también encontrarás el Museo de Raymond Peynet, el famoso caricaturista francés y otro aún más curioso, el Museo de la absenta. Lo mejor para no perderse nada es deambular por su entramado de estrechas callejuelas, algunas con coloridas buganvillas y de vez en cuando hacer alguna parada en sus bares o restaurantes para disfrutar de su rica gastronomía una deliciosa mezcla de sabores provenzales y mediterráneos, si decides no entrar en los museos con una mañana tendrás suficiente para descubrir todo el centro y el bonito puerto.
Por el Chemin des Douaniers, un sendero costero que ofrece impresionantes vistas del mar y de la costa rocosa, puedes dar un paseo y conocer el Cap d’Antibes, cabo conocido por sus hermosas playas y paisajes naturales.
Y si además quieres disfrutar de las playas de Antibes, Plage de la Gravette y Plage de la Salis, son dos de las playas más populares de arena fina y aguas cristalinas, perfectas para tomar el sol y darse un baño refrescante. Con esto te aseguró que pasarás un día inolvidable en esta bonita y no tan conocida ciudad, al menos para nosotros.
EZÈ,
teníamos muchas ganas de conocer este pequeño y precioso pueblo. Ezè es una joya, un balcón al Mediterráneo, un lugar encantador ubicado en lo alto de una colina, ofreciendo vistas espectaculares del mar Mediterráneo y los alrededores. Ezè es conocido por su encanto medieval, con estrechas calles empedradas, casas antiguas y en la cima de la colina un castillo ya en ruinas pero que ofrece unas vistas espectaculares del mar Mediterráneo y de la Costa Azul. Hoy en día aún se pueden contemplar las ruinas del castillo y los restos de las murallas.
Disfrutamos mucho paseando por las pintorescas calles del pueblo, explorando sus tiendas y galerías de arte, el pueblo es pequeñito, en una mañana o tarde tendrás tiempo suficiente para la visita, incluso aunque vayas parando y echando fotos en los muchos y bonitos rincones que encontrareis. Ezè también cuenta con el Jardín Exótico de Ezè, hay que pagar 7 euros para entrar al menos cuando nosotros lo visitamos, y alberga una impresionante colección de cactus y suculentas, además de ofrecer más vistas panorámicas de la costa, merece la pena pagar el precio de la entrada.
MENTON,
otra joya escondida en la Riviera Francesa, que combina la belleza natural, una excelente gastronomía con productos frescos del mar y del campo y un ambiente mediterráneo relajado. El casco antiguo, una sucesión de estrechas calles empedradas está repleto de edificios pintorescos y coloridos de tonos pastel, que se entremezclan con buganvillas y otras enredaderas en flor que adornan balcones y plazas, creando un ambiente encantador y fotogénico.
Lo más destacado es quizás la Basílica de San Miguel, una iglesia barroca impresionante, así como el Bastión de los Pescadores, una fortaleza medieval que ofrece vistas panorámicas de la ciudad y el mar, pero como siempre aconsejamos lo mejor es perderse por el entramado de callejuelas descubriendo calles plazas y rincones a cual más bonito, eso sí, si os decidís por conocer esta ciudad recordad llevar calzado cómodo, por algunos lugares hay bastantes escaleras.
Por si no lo sabéis, Menton es famosa por sus hermosos jardines. Destaca el Jardín Serre de la Madone, con una impresionante colección de plantas exóticas, así como el Jardín Botánico Exótico de Val Rahmeh, que alberga una gran variedad de especies vegetales de todo el mundo en un entorno tropical, a nosotros nos encanta visitar los jardines y parques de los pueblos o ciudades que visitamos.
Pues hasta aquí nuestro primer viaje por la bonita y glamorosa Costa Azul, un lugar encantador que nos gustó mucho y al que no tardaremos mucho en volver.