Qué ver en un día en Verona
Otra vez a la carretera, otra vez el incansable rodar de la rueda nos llevó hasta una bonita ciudad donde pasamos un maravilloso día. Fue en nuestro viaje por la región de Lombardía cuando decidimos que llegados hasta aquí no podíamos irnos sin pasar un día en Verona y allá que nos lanzamos.
Después de un par de horas rodando por las caóticas carreteras italianas llegamos a la ciudad del amor y el romanticismo, porque si por algo es conocida Verona es por ser la ciudad donde se desarrolla la famosa historia de amor de Romeo y Julieta de Shakespeare, pero Verona es mucho más y es por eso que nos decidimos a escribir este post de qué ver en un día en Verona.
¡Avanti!
Arena de Verona,
Aquí empezó nuestro idilio con está bonita ciudad, es quizás su monumento más conocido y que realmente tienes que visitar. Este majestuoso anfiteatro romano, ubicado en el corazón del centro histórico de Verona, es una maravilla arquitectónica que ha resistido el paso del tiempo y se ha convertido en un escenario impresionante para eventos culturales de renombre mundial, La Arena de Verona es uno de los tesoros históricos más impresionantes de Italia y un símbolo emblemático de la ciudad de Verona.
Castelvecchio y Ponte de Castelvecchio,
dos joyas históricas que juntas forman uno de los conjuntos arquitectónicos más impresionantes de la ciudad. El Castelvecchio es una imponente fortaleza construida por la familia de los Scaligeri, como residencia para la familia y para proteger la ciudad de posibles invasiones. Hoy en día, alberga un museo que exhibe una impresionante colección de arte medieval y renacentista, incluyendo esculturas, pinturas, armaduras y objetos decorativos.
El Puente de Castelvecchio cruza el río Adigio justo al lado del castillo. Construido como parte del complejo defensivo del Castelvecchio, este puente de piedra se destaca por su elegante arco y sus torres almenadas, que le confieren un aspecto majestuoso y atemporal. Aunque originalmente fue diseñado con propósitos defensivos, hoy en día es un símbolo icónico de Verona y uno de los lugares más fotografiados de la ciudad. Esta es otra visita que no te puedes perder.
Porta Borsari,
A vueltas por la Citta Antica, nos tropezamos con la Porta Borsari, en la antigüedad la entrada principal de Verona y una auténtica maravilla con dos mil años de historia que se encuentra muy bien conservada, otro lugar de obligada visita.
Elk Bakery The Garden,
una parada en el camino, un lugar muy céntrico y muy recomendable en el que si no te importa esperar un poco podrás hacer una parada para descansar y reponer fuerzas con un buen aperitivo. Lo cierto es que lo encontramos por casualidad en nuestro deambular por las calles de Verona, pero lo recomiendan mucho por sus fantásticos desayunos, está muy cerca de nuestro siguiente destino.
Casa de Julieta,
Lo que hace que la Casa de Julieta sea tan especial es el balcón adornado con enredaderas y flores que encontrarás en el patio interior y que realmente recrea un rincón muy romántico, al que para acceder debes pasar junto a un muro lleno de notas, cartas y candados dejados por enamorados de todo el mundo. La experiencia es bonita, aunque la mayor parte del día está muy concurrida, nosotros no accedimos al interior de la casa.
Piazza delle Erbe,
Es una de las plazas más animadas y pintorescas de la ciudad. Situada en el corazón del centro histórico, esta plaza ha sido el centro de la vida social y comercial de Verona desde tiempos antiguos y sigue siendo un animado punto de encuentro para lugareños y visitantes.
Además de un mercado al aire libre, que venden una variedad de productos, desde frutas frescas y verduras hasta flores, especias y recuerdos, también alberga varios edificios históricos importantes, incluyendo la Torre dei Lamberti y la Casa dei Mercanti, un hermoso edificio gótico que solía ser la sede de los comerciantes de la ciudad.
Pero casualidades de la vida, aquí conocimos a unos lugareños que emigraron a México donde viven hace años y que que se ofrecieron a hacer de anfitriones y enseñarnos algunos lugares y rincones no tan famosos y visitados pero con unas vistas muy bonitas, como el Cappa Café, que tiene una terraza interior con unas vistas increíbles al río Adigio y al castillo de san Pietro donde hacer un descanso, comer, o tomar un buen café italiano y la bonita e interesante Chiesa di San Giovanni in Foro, una pequeña maravilla en el centro de Verona que sin ellos quizás no hubiésemos visitado.
Esta pequeña iglesia tiene una curiosa historia, fue hospital durante la Gran Guerra, 1ª Guerra Mundial, y curiosidades de la vida o al menos a nosotros nos lo pareció, tiene la fórmula de la relatividad de Einstein en una placa en la pared y un péndulo de Foucault a la derecha del altar, lo cierto es que la iglesia y la ciencia nunca hicieron buenas migas.
Un paseo por El Puente de Piedra y Castel San Pietro,
para finalizar el día nos recomendaron dar un paseo por el bonito puente de piedra hasta el Castel San Pietro, desde donde hay unas bonitas vistas a la ciudad y un espectacular atardecer, no se me ocurre mejor lugar donde terminar la visita a Verona.
El día no dio para más, la Iglesia de Santa Anastasia o la Piazza dei Signori, además de la Basílica de San Zenón quedarán para otra visita, no será la última vez que visitemos esta bonita ciudad.
Verona, ci vediamo presto.