Qué ver en un día en Albi.
Albi es esa pequeña y encantadora ciudad del sur de Francia que te hace sentir como si hubieras viajado en el tiempo, la capital del departamento de Tarn es una de las ciudades más bonitas de Occitania. Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO esta ciudad episcopal tiene una historia apasionante y su casco histórico, aunque pequeñito, es una visita indispensable si viajas hasta esta región.
Además, es el lugar que en 1964 vio nacer al pintor Toulouse-Lautrec, célebre ilustrador, conocido por su representación de la vida bohemia del París de finales del siglo XIX.
Un apunte más, para quien no lo sepa Albi conocida como la ciudad roja, todo el centro histórico está repleto de edificios de ladrillo visto rojo y entramado de madera, fue un enclave importante durante el medievo debido al arraigo que los cátaros tuvieron en toda la región del Languedoc, una secta cristiana considerada herética que acarreó un conflicto armado, (la cruzada Albigense o Cátara), por iniciativa de la iglesia y con el apoyo de los reyes de Francia de la época para reducir el movimiento del catarismo durante los siglos XII y XIII.
Pero vamos al lío, Qué ver en un día en Albi.
La catedral de Albi, ¡la Sainte-Cécile!
Y empezaremos por su famosa catedral, una obra maestra del gótico que destaca por su aspecto de fortaleza con paredes altas y gruesas de ladrillo rojo. La torre campanario, de casi 80 metros de altura, es visible desde toda la ciudad y símbolo del poderío de la iglesia en la región.
El interior es realmente impresionante, no es igual que las catedrales que acostumbramos a visitar en España, es una sola nave cubierta de pinturas, suelo y techo cubierto por uno de los más grandes frescos del Renacimiento en Francia. El colorido y detallado fresco del Juicio Final, es una obra maestra del arte medieval.
El Órgano, Tesoro y Coro son otras de las obras maestras que podrás ver en una visita a esta bonita catedral, sobre todo El Coro, ricamente decorado de obras de ángeles y santos parece esculpido en marfil por la sutileza y el grado de perfección de la escultura, es increíble poderte sentar es los bancos del mismo para admirar tan bella obra.
Museo Toulouse-Lautrec.
Situado en el Palais de la Berbie, una impresionante fortaleza que fue residencia episcopal durante el siglo XIII, alberga la colección más grande del mundo de obras de Toulouse-Lautrec. Se encuentra junto a la catedral y es también un impresionante edificio de ladrillo rojo con unos bonitos jardines con vistas panorámicas del río Tarn.
En el museo se pueden ver más de mil obras del artista, incluyendo pinturas, litografías, dibujos y carteles. Entre las piezas más destacadas se encuentran sus famosos carteles publicitarios para el Moulin Rouge y otros cabarets parisinos que son los que a nosotros más nos gustaron.
Puente Viejo.
Lastima que no pudimos verlo en todo su esplendor, estaba repleto de andamios, pero desde él se tienen unas bonitas vistas del conjunto de la catedral y su alto campanario y el Museo Toulouse-Lautrec
Perderse por el casco histórico.
Sin duda esto es lo que más nos gustó de la visita a esta pequeña ciudad, la Collégiale Saint-Salvy, un remanso de paz con un magnífico claustro abierto al público y donde poder descansar relajadamente, el Mercado cerrado de Albi o La Maison du Vieil Alby, una muestra de las antiguas casas medievales del casco antiguo, son algunos de los lugares que no te puedes perder en el deambular por el pequeño y bonito casco histórico de esta ciudad.
La Rue Castelviel, así es como se llama el barrio donde se encuentra el centro histórico de Albi, Castelviel, te llevará desde La Catedral o el museo de Toulouse-Lautrec hasta la Place du Château, donde se encuentra el símbolo de Albi, unas grandes letras rojas con el nombre de la ciudad, la Place du Châteaula y la torre de la Catedral de fondo que forman una bonita estampa y buen lugar donde sacarte unas bonitas fotos.
¡Ojo! en la Rue Castelviel en dirección a la plaza del Castillo, se encuentra un lugar muy especial, la Plaza Savene una auténtica joya, y a pesar de su impresionante Catedral quizás el lugar que más nos gustó de esta la ciudad, esta pequeña plaza es un lugar especial con mucho encanto y muy fotogénica, donde si tienes tiempo un artista callejero inmortaliza vuestro paso por esta coqueta ciudad de Albi.
Y hasta aquí nuestro paso por este lugar, esta ciudad era uno de los sitios que queríamos visitar durante nuestras vacaciones en el sur de Francia de las que damos buena cuenta en la entrada Qué ver en 5 días en Occitania.
Y de nuevo de vuelta a la carretera, de vuelta a nuestro coqueto hotel La Maison d´Emile donde hicimos base durante nuestro periplo por Occitania y un lugar inmejorable donde pasar unos días y descansar si planeáis visitar esta región tan apasionante.