Preparar paraguas o chubasquero pues nos vamos de viaje al País Vasco. Fue allá por el verano del 2018 cuando el rodar de nuestro coche nos llevó hasta Euskadi. Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz las tres capitales de provincias fueron algunos de los lugares que visitamos pero no fueron los únicos. El Hayedo de Otzarreta, San Juan de Gaztelugatxe y Hondarribia fueron otros de los lugares que visitamos en la fantástica semana que pasamos por tierras vascas y de la que vamos a dar buena cuenta en este post de Qué ver en 6 días en Euskadi.

Euskadi es un lugar donde la tierra y el mar se abrazan, donde el verde de sus montañas se funde con el azul intenso del cantábrico, formando una postal digna de admirar y donde sus muchos y bonitos pueblos pesqueros respiran tradición.

En esta tierra la gastronomía  es un arte que se celebra con devoción, los pintxos adornan las barras de los bares en San Sebastián, Bilbao y de otros muchos pueblos, cada bocado es una explosión de sabores que conquista hasta el paladar más exigente.

Directos y auténticos como sus gentes y sin más preámbulos vayamos a nuestro viaje, al lío.

Día 1,

Bilbao y Hayedo de Otzarreta.

Toda una mañana y parte de la tarde le dedicamos a esta ociosa ciudad. Pasear por su centro histórico conocido como “las Siete Calles”, repleto de tiendas tradicionales, y bares donde comer los famosos pintxos, visitar el bonito y Gran mercado de la Ribera además de cómo no cruzar el famoso Puente Zubizuri y visitar el impresionante Museo Guggenheim son algunas de las muchas cosas que no te puedes perder en Bilbao.

Que ver en 6 días en Euskadi

Después de pasear junto a la ría camino del centro histórico que estaba repleto de bares y lleno de gente, era domingo dicho sea de paso y estaba a rebosar, nos acercamos a la Plaza Nueva, paseamos junto a la Catedral de Santiago a la que no entramos, hasta llegar al lugar que elegimos para comer, el que dicen que es el mercado cubierto más grande de Europa, el Mercado de la Ribera donde se pueden comprar productos frescos y locales o como nosotros hicimos, disfrutar de la gastronomía vasca en sus bares y restaurantes.

La antigua Plaza Mayor donde se encuentra la Iglesia de San Antón, la vieja iglesia gótica es la más querida de los bilbaínos y junto al emblemático puente de San Antón, de origen medieval, conforman una de las estampas más bonitas de Bilbao. Pues con esto te aseguro que te llevarás un gran recuerdo de esta bonita ciudad.

De vuelta al hotel paramos en uno de los lugares que teníamos apuntado con mayúsculas y que no nos queríamos perder, el Hayedo de Otzarreta. Visitarlo en otoño tiene que ser una auténtica pasada, pero a nosotros nos encantó, hay un parking habilitado y tras un breve paseo te sumerges en la atmósfera de este lugar, cuando lo visitamos estábamos casi solos, solo había una pareja de novios echando fotos el lugar lo merece, no es muy grande pero es un sitio fantástico que sin duda tenéis que visitar si viajáis hasta el País Vasco.

Día 2,

San Sebastián.

Otra de las ciudades que teníamos muchas ganas de conocer y que a pesar de las expectativas tan altas no solo no nos defraudó sino que las superó. La visita empieza con un paseo cámara en mano por el Monte Urgull,  un parque bien cuidado lleno de caminos y con bonitos miradores desde donde las vistas de la Playa de la Concha son espectaculares, aquí se encuentra el Castillo de la Mota y las baterías de Santiago y de Bardocas.

El centro histórico de Donostia junto al puerto y a la sombra del monte Urgull nos encantó, la Plaza de la Constitución, la Iglesia de San Vicente, la Basílica de Nuestra Señora del Coro y un entramado de callejuelas repletas de bares son algunos de los lugares que puedes ver y disfrutar. El Ayuntamiento se encuentra ya saliendo del centro histórico junto a la famosa Playa de la Concha, es un edificio imponente y muy bonito.

La Playa de la Concha es realmente bonita, una joya, la esencia de esta bonita ciudad y junto a su paseo es una visita indispensable si vienes hasta San Sebastián.

Otro de los lugares emblemáticos que tienes que visitar es el Peine de los Vientos, ojo con el mar, incluso aunque parezca que no hay mala mar te puede sorprender y pillar un remojón.

Por último otro de los lugares que no te puedes perder y otro de los lugares emblemáticos es el Monte Igueldo, hay un funicular con más de cien años de historia para subir, un sencillo parque de atracciones para los niños y un mirador desde donde tendrás las mejores vistas de Donostia, merece la pena llegar hasta aquí solo por las vistas, son las mejores vistas de la ciudad.

Día 3,

San Juan de Gaztelugatxe y Road trips por la costa de Euskadi.

Todo pasó como a veces nos ocurre, solo teníamos claro que queríamos ver San Juan de Gaztelugatxe y algún que otro pueblecito de la espectacular costa Vasca y pasamos uno de los mejores días de nuestra visita a Euskadi, solo contaros que empezamos con la visita a esta bonita e increíble ermita y terminamos casi anocheciendo comiendo pintxos en el restaurante del famoso Arguiñano en Zarautz con un bonito atardecer. Si queréis saber más sobre la entrada de Road trips por la costa de Euskadi os contamos los avatares de ese día que quedará para el recuerdo.

Día 4,

Vitoria-Gasteiz.

Quizás sea la menos conocida de las capitales de Euskadi pero es sede oficial del Parlamento y el Gobierno del País Vasco. Lo que nos atrajo hasta aquí fue descubrir su famosa catedral  aún en obras que inspiró la novela «Un mundo sin fin» de Ken Follett, es muy recomendable la visita guiada para conocer la historia de la ciudad y las diferentes fases que ha tenido la catedral.

Además queríamos ver su centro histórico, la Plaza de la Virgen Blanca es el centro neurálgico de esta ciudad, aquí se encuentra la Balconada de San Miguel. Junto a esta plaza también está la Plaza de España y muy cerquita la famosa Plaza Machete. Vitoria-Gasteiz es una ciudad para recorrer a pie, la Herrería, la Zapatería, la Cuchillería es el nombre de las antiguas calles gremiales que aún conservan su nombre, perderse  por sus calles del Casco Viejo y como en las otras capitales vascas comer unos pintxos en los numerosos bares que aquí encontrarás es más que recomendable.

Algo que no conocíamos y que nos sorprendió son sus muchas medianeras pintadas con murales como el que se puede ver en la Plaza de las Burullerías.

Por si no lo sabéis, nosotros lo desconocíamos Vitoria-Gasteiz está rodeada de un cinturón verde conformado por parques y espacios naturales donde pasear, correr y andar en bicicleta, observar aves y hasta ciervos, naturaleza donde hacer una pausa y descansar antes de continuar descubriendo lugares de Euskadi.

Día 5,

San Juan de Luz y Hondarribia.

Habiendo llegado hasta aquí no queríamos dejar pasar la oportunidad de acercarnos hasta San Juan de Luz, en el País Vasco francés. Este bonito pueblo marinero se encuentra a tan solo media hora de San Sebastián y si por algo es conocido es por su bonita playa y paseo marítimo.

Entre las cosas que ver está sin duda la Iglesia de San Juan Bautista, es grande y con un bonito retablo, pero lo que quizás no sepáis es que aquí se casaron Luis XIV conocido como el Rey Sol y María Teresa de Austria y Borbón. La plaza Luis XIV es el corazón de San Juan de Luz y aquí se encuentra, como no, la Casa de Luis XIV, que también puedes visitar.

Maison Adam y Maison Pariès son dos famosas reposterías por donde tenéis que pasar, en la primera podréis comprar los famosos macarons, en la segunda encontraréis el riquísimo pastel vasco de crema, si sois golosos y golosas como nosotros, a Carmen y Alba les encanta los dulces, saldréis cargados. Todo el pueblo es muy bonito, se encuentra salpicado de las típicas casas con contraventanas de color, la mayoría de ellas rojas. Por último otro de los lugares que no hay que perderse es la fortaleza de Socoa.

De vuelta paramos en Hondarribia decidimos comer y pasar la tarde en este bonito pueblo, nos gustó muchísimo, pueblo marinero, auténtico, como sus gentes. Lo que más nos gustó fue el colorido barrio de La Marina, verde, rojo y azules son los colores de las contraventanas y balconeras de las viviendas que además estaban repletas de macetas de geranios u otras plantas de flor. La calle San Pedro y Santiago están llenas de tiendas, bares y restaurantes donde además te aseguro que se come de lujo.

Por último no nos queríamos ir sin ver el casco antiguo de Hondarribia, se encuentra en parte amurallado y aquí están la Iglesia Parroquial de Nuestra Señora de la Asunción y del Manzano, el ayuntamiento y el Parador de Hondarribia. Con un paseo por la calle de San Nicolás, la Plaza de Armas y la Plaza Gipuzkoa, esta pequeña plaza es preciosa, te llevarás un magnífico recuerdo de este bonito pueblo.

Día 6, 

Pamplona, Sare y Ainhoa.

Otra escapada, esta vez a la vecina Navarra, echamos la mañana en Pamplona, es poco tiempo para todo lo que ofrece aunque en un futuro volveremos a visitarla con más tiempo. Teníamos muchas ganas de conocer esta ciudad y las famosas calles del casco viejo que tantas veces hemos visto por la TV con los famosos Sanfermines y anduvimos dando vueltas desde los Corrales de Santo Domingo hasta su famosa plaza de toros, Estafetas, C. de Santo Domingo o la emblemática Plaza del Castillo son algunos de los lugares que recorrimos hasta llegar a su famosa plaza de toros.

Aunque sabemos que Pamplona es una parada muy importante del Camino de Santiago nos sorprendió el ambiente con tanta presencia de peregrinos no esperábamos tantos, ni tantos albergues y tiendas relacionadas con el camino, pero nos encantó esta ciudad y el ambiente que tiene.

Para finalizar nuestro viaje hicimos caso al dueño del hotel donde nos hospedamos, Petit Goierri Hotel, una bonita casona vasca rehabilitada, una joyita que encontramos en Booking, donde nos trataron de maravilla y nos hicieron sentir como en casa, guardamos muy buenos y gratos recuerdos de nuestro paso por este pequeño hotel, y visitamos dos pueblecitos del País Vasco francés muy bonitos, Sare y Ainhoa son dos pueblos que se encuentran en el pirineo, son realmente bonitos, las típicas casas con tejados a dos aguas y entramado, balcones y contraventanas rojas, merece la pena visitarlas.

Pues hasta aquí dieron nuestros seis días por tierras del norte a las que no tardaremos en volver para ver algunos de los lugares que no quedaron pendientes, ¡agur!

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