ALSACIA mercados navideños y pueblos de cuento
Coger abrigo, bufanda y guantes que nos vamos a disfrutar de una región mágica y sorprendente, un lugar con pueblos de cuento y mercados navideños ancestrales, Alsacia mercados navideños y pueblos de cuento ¡bienvenue en alsace!
Fue en el 2019 cuando decidimos visitar la mágica y encantadora región de Alsacia, en el este de Francia, donde los paisajes verdes se funden con pintorescos pueblecitos de fachadas de madera y vivos colores. Es como si el tiempo se hubiera detenido en este lugar, llenándolo de una belleza atemporal que te transporta a otra época.
Pero lo que realmente nos atrajo hasta aquí fueron sus famosos mercados navideños, y gracias a que vinimos, ¡Alsacia mon amour!
En Alsacia, los mercados navideños son una tradición ancestral que se remonta a cientos de años. Los aromas de canela, clavo y pan de jengibre se mezclan en el aire, mientras que las cálidas luces y los villancicos crean un ambiente acogedor y mágico que te hace sentir como si estuvieras en un cuento de hadas. Es el lugar perfecto para sumergirse en el espíritu navideño.
Su belleza y encanto rústico os transportarán a otra época y os harán desear quedarte en este maravilloso lugar. Y si como nosotros queréis conocer algo más de este lugar que os anime a viajar, podéis seguir un ratito más leyendo este post que sin duda os animará a hacer este fantástico viaje.
Dos consejos, madrugar, los días son muy cortos, a primera hora los pueblos y calles están casi vacías y podréis hacer las mejores fotos y no os costará aparcar cerca del centro histórico de las ciudades o pueblos. Otra cosa, llevar ropa de abrigo, en esta fecha hace bastante frío, a veces con temperaturas bajo cero.
Al lío pues…
CÓMO LLEGAR
Los aeropuertos principales y más próximos son el de Estrasburgo, capital de la región y de la que hablaremos más adelante y el de Basilea, Suiza que se encuentra a unos 40 minutos de Colmar. En ambos hay vuelos desde distintos aeropuertos españoles, pero quizás la oferta es mayor para volar hasta Basilea. Para encontrar el mejor vuelo nosotros siempre utilizamos Skyscanner, es sin duda el mejor buscador y en él encontrarás muchísimas alternativas a buen precio.
La mejor manera de moverse por Alsacia es sin duda alquilar un coche en uno de estos aeropuertos, o como nosotros llegar rodando con nuestro coche, bendita locura.
QUE VER
Si no se cuenta con mucho tiempo hay que tener muy claro lo que no te quieres perder y nuestras prioridades eran las siguientes:
- Estrasburgo
- Obernai
- Colmar
- Eguisheim
- Riquewihr
- Ribeauvillè
NUESTRO VIAJE
Nosotros elegimos para visitar Alsacia alojarnos en un Airbnb que pillaba a medio camino entre Estrasburgo y Colmar y muy cerca del resto de pueblecitos. Los propietarios no podían ser más simpáticos, Elodie y Anthony, Elodie se esforzó muchísimo en hablar unas palabras en castellano y nos lo hicieron todo muy sencillo, guardamos un grato recuerdo de los días pasados en casa de esta bonita pareja.
Vamos al turrón.
Día 1, ESTRASBURGO Y OBERNAI
Comenzamos el día temprano frente al gran arco Estrasburgo capital de la navidad, (STRASBUORG CAPITALE DE NOËL), por donde accedimos al centro histórico o La Gran Isla, (Grande Ile). Lo mejor para disfrutar de esta encantadora ciudad es perderse por sus preciosas calles y plazas. Estrasburgo ha conservado su encanto medieval y el colorido de los pueblos de Alsacia.
Prácticamente en cada plaza del centro histórico hay un mercadillo navideño, en algunas de distinta temática, pero en muchas de ellas se repiten los puestecitos. Por todos y cada uno de los mercadillos encontrarás el famoso vino caliente con frutas y especias, vino que sin duda hay que probar, ya que en estas fechas hace bastante frío y este vino calienta las manos y reconforta el alma. Los bretzel, castañas asadas, almendras garrapiñadas también los encontrarán por todos los mercados, así como el Choucruete, las típicas salchichas, baguettes de queso fundido con bacón o jamón, crepes y gofres.
Todo el centro histórico de Estrasburgo es precioso, pero a nosotros nos gustó especialmente la bonita calle de Rue du Maroquin, donde hacerte la típica foto junto a quizás los edificios con mejor decoración navideña que haya visto nunca y creo que no exagero nada.
La Petite France, es otro de los impresionantes sitios que hay que visitar, antiguo barrio donde los pescadores, molineros y curtidores de pieles, vivían y el que para nosotros es el barrio más pintoresco de Estrasburgo. Y como no, su famosa catedral además sus famosísimos mercados navideños, motivo por el cual decidimos venir hasta aquí.
Los que más nos gustaron a nosotros fueron los de la Plaza de la Catedral, Plaza Gutenberg dedicado a un país invitado que cambia cada año y donde podrás encontrar sus tradiciones artesanales y culinarias, y el que hay en la Plaza Kléber, donde se encuentra el gran árbol de navidad, un abeto de más de 30 metros con una decoración espectacular, tanto la plaza como el árbol son muy bonitos y su visita es muy recomendable y como no el Mercado de Navidad del Niño Jesús (Christkindelsmärik), se celebra desde 1570 en la Place Broglie es el más grande de la ciudad y uno de los más antiguos del mundo. Os dejo aquí un link donde podéis consultar horarios, programación e incluso un mapa con los distintos mercados navideños.
De vuelta a casa decidimos parar en el bonito pueblo de Obernai, donde la combinación de guirnaldas luminosas, villancicos y castañas asadas se apodera de tus sentidos. Este pueblo es especialmente bonito por la noche, con la torre del reloj iluminada y el mercado navideño en la Place du Marché (Plaza del Mercado) junto a la iglesia donde cenamos unas típicas salchichas hechas de carne de cerdo y ternera ahumada en madera de haya y unas castañas asadas, no pudimos aguantar la tentación. Hay algún otro mercado navideño más, pero el día no daba más de sí y decidimos irnos a descansar y recargar pilas.
Día 2, RIBEAUVILLÈ Y RIQUEWIHR
Nuestro segundo día lo empezamos en Ribeauvillè, al igual que el día anterior nos levantamos temprano. Desayunamos en este pueblo tan encantador pan recién horneado con mermelada y mantequilla era delicioso y cómo no íbamos a probar los típicos croissants.
Lo cierto es que no sabría decirte cuál de todos los pueblos nos gustó más, cada uno era una sorpresa y aunque lo leas en algunos blogs te aseguro que todos parecen sacados de un cuento. En todos ellos hay los típicos mercados, y además en un día tienes tiempo más que de sobra para visitar un par de pueblecitos, aunque hay mucho que ver son pequeñitos.
Volviendo a Ribeauvillè pasamos el resto de la mañana paseando y echando fotos en este pueblo que parece sacado del cuento de la Bella y la Bestia, en la Gran Rue encontrarás la mayoría de atractivos, las típicas casas alsacianas con el entramado de madera y de distintos colores construidas desde el s. XV al s. XVIII. La Plaza de la Sinne es sin duda la que más nos gustó. Paseando por la Grand Rue y al final de la misma se encuentra la Torre des Bouchers o Torre de los Carniceros, que forma parte de los restos de la antigua muralla de la ciudad.
Con esto dimos por concluida nuestra visita a este bonito pueblo y nos lanzamos a conocer el siguiente Riquewihr. Menos de cinco kilómetros y diez minutos después ya estábamos aparcando en este maravilloso pueblo. Aquí nos costó un poquito más aparcar, pero no sé si por suerte o por convicción también encontramos aparcamiento gratuito junto a una de las puertas de la muralla, aunque antes de la puerta de entrada al casco viejo, hay un parking habilitado. El precio si no ha cambiado era de 3€ o 5€ depende del tiempo que vayas a estar. Este pueblecito nos sorprendió, con Ribeauvillè creíamos haber visto el pueblo más bonito pero que va, todos son encantadores, os aseguro que os enamoraran.
En este como en todos los pueblecitos lo mejor es perderse por sus callejuelas y plazas, pero aquí hay un lugar imprescindible, la tienda Käthe Wohlfahrt, uno de los establecimientos de decoración navideña más famosos de Europa, aunque eso sí con bastantes colas para poder entrar. La Rue du General de Gaulle es la más bonita e importante, llena de casas de colores y entramados de madera como es típico de la zona y con algunos restaurantes, y tiendas donde comprar productos locales o algún recuerdo, esta calle empieza en el Ayuntamiento y finaliza en la Torre Dolde. Recuerdo hacer la mayoría de las compras aquí, algún queso, mermeladas y como no vino blanco de la zona. Con esto dimos por concluido nuestro segundo día en este fantástico lugar y nos volvimos a descansar para el tercer y último día.
Día 3, COLMAR Y EGUISHEIM
Bueno, pues más que nos pese llegó el tercer y último día por esta región tan pintoresca y tan bonita. Este día decidimos desayunar donde estábamos hospedados y salir con las pilas cargadas, el día iba a ser largo, porque nos dejamos para el final otro plato fuerte, uno de los pueblos o ciudad más famosos de Alsacia, Colmar, «La Petite Venise «, canales, plazuelas y calles llenas de casas y pequeños edificios con entramado de madera y vivos colores de una increíble belleza, con razón tiene la fama de ser uno de los pueblos más bonitos de Francia.
Pero si esto os parece poco, en navidad ya es el sumun, los mercados navideños, hasta seis, invaden las plazas y la decoración navideña del entramado de calles, es realmente preciosa, paseando por el centro histórico te sorprenderás con auténticos rincones de cuento, que te trasladan a la obra de La Bella y la Bestia. El día te da para visitar todos los mercados tranquilamente, nos gustaron todos, pero quizás el mercado de Koifhus nos sorprendió un poco más. Se monta en un lugar cubierto y en los puestos puedes encontrar artesanía local. El resto están tematizados y como los que vimos en Estrasburgo está todo cuidado hasta el más mínimo detalle y son los siguientes:
- Koifhus, del que hablamos anteriormente.
- Place des Dominicains
- Petite Venise
- El mercado gastronómico de la Place de la Cathédrale, donde comimos.
- Place Jeanne D’Arc
- Place de l’Ancienne Douane.
Para que no os dejéis nada, aquí os dejo lo que no os podéis perder:
- la embaucadora y pintoresca Grand Rue;
- la emblemática Fontaine Schwendi;
- la fuente Roesselman;
- el barrio de los curtidores y por supuesto;
- La Petite Venise.
Después de la comida y sintiéndolo mucho tuvimos que marcharnos de Colmar, pero aún nos quedaba un último lugar que visitar, un último cartucho que quemar, y que lugar tan bonito y especial, mágico diría yo, el pueblecito de Eguisheim. Desde Colmar está bien cerca, a menos de diez kilómetros, y en menos de quince minutos ya estábamos allí, tampoco tuvimos problema para aparcar y el pueblo es muy pequeñito, en unas pocas horas se puede ver sin problema.
Este pueblo nos sorprendió mucho, es super bonito. Un laberinto de calles circulares con un encanto especial y en el centro la Place du Château, espectacular plaza donde encontraras le Château de Saint-León, le Fontaine de Saint-Léon y Chapelle Saint-Léon IX, un conjunto espectacular y de gran belleza. Y quizás os estéis preguntado el porqué de Saint-Léon, pues porque, para quien no lo sepáis, aquí nació el Papa León IX, del que hay una estatua en la fuente de Saint-Léon.
El mercado de navidad son unos pocos puestos, pero muy bien engalanados, precioso de ver de noche cuando lo visitamos nosotros. Y por último no nos podíamos ir de Eguisheim sin visitar la famosa y para muchos más bonita calle del mundo, la empedrada Rue du Rempart, junto con Le Pigeonnier, antes hogar de palomas, hace esquina con la Rue du Rempart y es sin duda una estampa maravillosa y un regalo para tus ojos. No se me ocurre mejor sitio donde terminar nuestro periplo por esta increíble región.